Nº 7 La nostalgia

 Esta mañana me he despertado y he encendido el ordenador. Lo primero que he hecho ha sido apuntar en  mi agenda que tengo que pedir cita con el oculista. Las horas de ordenador están haciendo mella y mis ojos andan quejándose mediante pesados picores de esta sobreexposición diaria que reciben a las tecnologías.

Me he puesto a pensar acerca de por qué han decidido empezar a quejarse en este momento de mi vida, cuando hace un par de años ya me pidieron unas gafillas para ver de cerca y tuve que dárselas.

He llegado a la conclusión de que esto me está pasando por volver a las aulas convencionales. Por ponerme a estudiar un máster de educación en el que pese a hacerse intentos por presentar sesiones interesantes, estamos mucho más cerca de los convencionalismos de lo que nos gustaría.

Me he puesto a echar de menos las clases individuales, las clases de cuarteto... esas en las que no necesitaba que mis pobres ojos tuviesen que estar explotaditos.

Y esto me ha llevado a pensar qué podría hacer para que mis futuras clases como profesora de secundaria se pareciesen más a las que yo he recibido en mi carrera que a las que se suelen recibir en muchas carreras.

Y me he puesto a pensar en que en el aula todo importa, y que si el día de mañana tengo la oportunidad de trabajar con un grupo de chavales intentaré cuidar muchas cosas y una de ellas será la disposición del espacio. Y esta reflexión ha surgido porque ayer, mientras escuchaba a un profesor subido a la palestra, hablando para todos los que estábamos en frente de él, enfrentados, me dí cuenta de que la idea del enfrentamiento no me convence para un aula, y me he puesto a pensar en crear algo así como un semicírculo que haga parecer que todos estamos en una asamblea, porque me gusta la idea de que enseñando aprendemos. Y también me gusta fantasear con que la frontera profesor - alumno se pueda desdibujar.

Más asamblea, menos confrontación. Más cercanía, menos despersonalización.

Y tú, ¿cómo lo ves? ¿incluimos el semicírculo como propuesta para el Libro Blanco de la educación?

Comentarios

  1. Al final hasta el más mínimo detalle cuenta, se empieza por cambios pequeños, pero importantes, se acaba con cambios que parecen insignificantes y que lo cambian todo; esto en realidad es una estrategia que se conoce como "agregación de ganancias marginales". ¿Sabes que dicen que el equipo británico de ciclismo ganó sus carreras del año 2007 por este motivo? No sé, lo he leído hace poco en el libro _Hábitos atómicos_, a lo mejor es interesante empezar ya a pensar en todo eso a lo que quieres volver y dejarlo como una lista pegada en frente del escritorio, a lo mejor así estableces una lista de prioridades. Osea que sí, incluye la propuesta en tu Libro Blanco de la educación y luego incluye todo lo demás.

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  2. Hola, me parece muy interesante cuidar todos los detalles y creo que es importante.
    Gran reflexión!

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